La rabia
de escuchar
a "Jarcha" ( Antonio Burgos en la revista Triunfo años 70 )
"Coincidente con una toma de conciencia regional y con la formulación
política de unas aspiraciones
autonomistas, una nueva
canción ha surgido en Andalucía
( 1) . ¿Puede encuadrarse
dentro de este movimiento, ya
iniciado en los primeros setenta
en Granada por Manifiesto Canción
del Sur, al grupa onubense
Jarcha? Escuchando el último
disco de este conjunto (2) ha y
que afirmar sin rodeos que si ,
pero hay que añadir que, hoy
por hoy, todavía se siente rabia
escuchando a Jarcha .
Los Jarcha podrían ser, a poco
que lo intentaran –el problema
creo que consiste en que n o
se han planteado seriamente el
compromiso de su trabajo con
los problemas del pueblo andaluz
en esta hora–, los Calchakis
de este resurgir de la canción en
Andalucía . Tienen capacidad de
creación, de investigación en la s
tradiciones populares ; cantan
en andaluz, sin renunciar vergonzosamente
a nuestra fonética,
y los hombres son lob jombreh
y los cantos son !oh cantoh.
De la mano de las letras de Salvador
Távora, el de La Cuadra ,
Jarcha ha logrado anteriormente
la autenticidad por derecho
en canciones como "'Segaores "
(el mismo tema musical de la
canción popular de siega utilizada
por La Cuadra como material
fundamental para su trabajo escénico
de Los Palos) o como el
"Campesinos tristes" de esta
grabación, una recreación de la
alboreó a la medida del hombr e
andaluz de hoy .
Jarcha, igual que supo recrear
"Campanilleros", ha encontrado
ahora a un desconocido
poeta popular, Eduardo Alvarez,
Cuando hace un mes dieron
un recital en el Lope de Vega sevillano,
me llamó la atención e n
11) " Cadenas" . NLX-1 .056.
(2) Ver "Andalucía : nuevo cante ,
nueva intención", por Fernando Alvarez
Palacios. TRIUNFO, número 677, 1 7
enero 1976 .
el descanso ver pasear por los
pasillos a un hombre sesentón ,
de abrigo decadente, con una
carpeta de gomillas bajo el brazo
. Me imaginé que era el censor
de turno, ya que el personaje parecía
sacado de una secuencia
de "Pim, pam, pum. . . ¡fuego(" .
Pero luego, Jarcha presentaría
al poeta Eduardo Alvarez, auto r
de la letra de este '"Cadenas"
que da título al disco . Y, con sorpresa,
vi que quien se levantab a
en el patio de butacas a recoger
los aplausos era nuestro viej o
"censor' del descanso. Un hombre
que ha escrito para el grupo
ní más ni menos que esta letra ,
hecha a la medida de nuestro
momento político :
Le soltaron algo má s
a la cadena, y yo dije :
"Me dieron la libertad" .. .
La cadena es siempr e
igual ,
eslabón que a mí me sueltan
a otro se lo apretarán .. .
Pero mientras que en este tipo
de trabajos hay una total consistenia
ideológica, los Jarcha
pierden pie cuando tratan de di -
vulgar el folklore andaluz de romerías
y rondas . Entonces no
hace más que repetir, sin profundizar
en su investigación, coplas
que han escuchado en E l
Andévalo o en los pueblos d e
la sierra de Huelva, quizá con
la misma función alienadora con
que las tradiciones musicale s
fueron manipuladas por la oligarquía
andaluza, como la tragedia
social contenida en la vieja
"Ronda de quintos", de Cumbres
Mayores: , "Si te toca, te
joes/que te tienes que dl/que tu
madre no tiene/pá librarte a ti" -
En este punto, los Jarcha se ale -
jan años luz de esos Calchaki s
que los andaluces les debemos
exigir, con rabia, que sean. En
este punto, los Jarcha suenan a
Viva la Gente, a Nuestro Pequeño
Mundo, a Coros y Danzas de
la Sección Femenina, a Banda
del Mirlitón . O la rabia llega a
niveles de frustración cuando
–en otros trabajos– le ha escuchado
uno perfectas canciones
del Sur. . . de los Estados Unidos,
en su obsesión por el que llaman
neofolk y por una cultura má s
discográfica que popular. .
En este nuevo disco, "Cadenas",
los Jarcha demuestran
una vez más sus contradicciones,
su falta de cohesión ideológica,
su cara y su cruz . Han desmitificado
la Andalucía de pandereta,
se han acercado a la Andalucía
de Salvador Távora, a la
popularísima de Eduardo Alvarez,
que es tan nuestro como Gerena.
Pero hoy por hoy no acaban
de encontrar su camino y
andan por la confusión cansa -
mista . Por eso, quienes estamo s
ilusionados en el futuro de su
trabajo no podemos por meno s
que escucharlos con rabia" .
n ANTONIO BURGOS .
de escuchar
a "Jarcha" ( Antonio Burgos en la revista Triunfo años 70 )
"Coincidente con una toma de conciencia regional y con la formulación
política de unas aspiraciones
autonomistas, una nueva
canción ha surgido en Andalucía
( 1) . ¿Puede encuadrarse
dentro de este movimiento, ya
iniciado en los primeros setenta
en Granada por Manifiesto Canción
del Sur, al grupa onubense
Jarcha? Escuchando el último
disco de este conjunto (2) ha y
que afirmar sin rodeos que si ,
pero hay que añadir que, hoy
por hoy, todavía se siente rabia
escuchando a Jarcha .
Los Jarcha podrían ser, a poco
que lo intentaran –el problema
creo que consiste en que n o
se han planteado seriamente el
compromiso de su trabajo con
los problemas del pueblo andaluz
en esta hora–, los Calchakis
de este resurgir de la canción en
Andalucía . Tienen capacidad de
creación, de investigación en la s
tradiciones populares ; cantan
en andaluz, sin renunciar vergonzosamente
a nuestra fonética,
y los hombres son lob jombreh
y los cantos son !oh cantoh.
De la mano de las letras de Salvador
Távora, el de La Cuadra ,
Jarcha ha logrado anteriormente
la autenticidad por derecho
en canciones como "'Segaores "
(el mismo tema musical de la
canción popular de siega utilizada
por La Cuadra como material
fundamental para su trabajo escénico
de Los Palos) o como el
"Campesinos tristes" de esta
grabación, una recreación de la
alboreó a la medida del hombr e
andaluz de hoy .
Jarcha, igual que supo recrear
"Campanilleros", ha encontrado
ahora a un desconocido
poeta popular, Eduardo Alvarez,
Cuando hace un mes dieron
un recital en el Lope de Vega sevillano,
me llamó la atención e n
11) " Cadenas" . NLX-1 .056.
(2) Ver "Andalucía : nuevo cante ,
nueva intención", por Fernando Alvarez
Palacios. TRIUNFO, número 677, 1 7
enero 1976 .
el descanso ver pasear por los
pasillos a un hombre sesentón ,
de abrigo decadente, con una
carpeta de gomillas bajo el brazo
. Me imaginé que era el censor
de turno, ya que el personaje parecía
sacado de una secuencia
de "Pim, pam, pum. . . ¡fuego(" .
Pero luego, Jarcha presentaría
al poeta Eduardo Alvarez, auto r
de la letra de este '"Cadenas"
que da título al disco . Y, con sorpresa,
vi que quien se levantab a
en el patio de butacas a recoger
los aplausos era nuestro viej o
"censor' del descanso. Un hombre
que ha escrito para el grupo
ní más ni menos que esta letra ,
hecha a la medida de nuestro
momento político :
Le soltaron algo má s
a la cadena, y yo dije :
"Me dieron la libertad" .. .
La cadena es siempr e
igual ,
eslabón que a mí me sueltan
a otro se lo apretarán .. .
Pero mientras que en este tipo
de trabajos hay una total consistenia
ideológica, los Jarcha
pierden pie cuando tratan de di -
vulgar el folklore andaluz de romerías
y rondas . Entonces no
hace más que repetir, sin profundizar
en su investigación, coplas
que han escuchado en E l
Andévalo o en los pueblos d e
la sierra de Huelva, quizá con
la misma función alienadora con
que las tradiciones musicale s
fueron manipuladas por la oligarquía
andaluza, como la tragedia
social contenida en la vieja
"Ronda de quintos", de Cumbres
Mayores: , "Si te toca, te
joes/que te tienes que dl/que tu
madre no tiene/pá librarte a ti" -
En este punto, los Jarcha se ale -
jan años luz de esos Calchaki s
que los andaluces les debemos
exigir, con rabia, que sean. En
este punto, los Jarcha suenan a
Viva la Gente, a Nuestro Pequeño
Mundo, a Coros y Danzas de
la Sección Femenina, a Banda
del Mirlitón . O la rabia llega a
niveles de frustración cuando
–en otros trabajos– le ha escuchado
uno perfectas canciones
del Sur. . . de los Estados Unidos,
en su obsesión por el que llaman
neofolk y por una cultura má s
discográfica que popular. .
En este nuevo disco, "Cadenas",
los Jarcha demuestran
una vez más sus contradicciones,
su falta de cohesión ideológica,
su cara y su cruz . Han desmitificado
la Andalucía de pandereta,
se han acercado a la Andalucía
de Salvador Távora, a la
popularísima de Eduardo Alvarez,
que es tan nuestro como Gerena.
Pero hoy por hoy no acaban
de encontrar su camino y
andan por la confusión cansa -
mista . Por eso, quienes estamo s
ilusionados en el futuro de su
trabajo no podemos por meno s
que escucharlos con rabia" .
n ANTONIO BURGOS .
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